Premio Nacional Malinalli para la Promoción de las Artes, los Derechos Humanos y la Diversidad Cultural

La Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, en un ejercicio de congruencia con el ideario del Benemérito de las Américas, impulsor de esta institución, quien propugnó un irrestricto respeto a las libertades fundamentales, y en un acto de reconocimiento a todos aquellos hombres y mujeres que han contribuido a la pluralidad y tolerancia a lo largo de nuestra historia, instituyo el Premio Nacional Malinalli, para la Promoción de las Artes, los Derechos Humanos y la Diversidad Cultural.

Se trata de un homenaje a un personaje universal y paradigmático de la historia de México que con su vida y obra contribuyó al inicio del mestizaje mexicano, mostró la capacidad intelectual innata de la mujer de este continente y afirmó el carácter inquebrantable de nuestro origen. El Premio Malinalli es un homenaje que se rendirá anualmente en el marco de los festejos de aniversario de esta Casa de Estudios, fecha significativa para la identidad y el sentido de pertenencia universitaria y la conmemoración de nuestro origen.

En la primera edición de esta entrega, el H. Consejo Universitario de esta Casa de Estudios, eligió a los escritores Cristina Pacheco y Juan Villoro, así como al antropólogo y también escritor Luis Barjau para recibir el 9 de noviembre de 2009 este galardón en virtud de su ejemplar trayectoria profesional en este rubro, que han ejercido con honestidad y transparencia en beneficio del fortalecimiento de los valores cívicos, la pluralidad y la tolerancia en el mundo de hoy.



PRESEA MALINALLI

Creación del artista plástico mexicano Sebastián, realizada exclusivamente para este premio. La estatuilla, de 36 cm de altura, está esculpida en bronce y acabado en color rojo mexicano. La figura recupera la escultórica femenina prehispánica. El penacho semicircular de dos caras evoca el encuentro de las dos culturas y la nobleza del personaje. El eje transversal de la cabeza significa la unión de dos miradas y es una representación de la lengua como fruto del mestizaje. El penacho está presente como símbolo de la fertilidad y el nacimiento de una nueva cultura. La dinámica que exhibe el resto del cuerpo, es una alegoría de la permanente evolución de nuestro pueblo.

Sebastián

Enrique Carbajal, escultor mexicano conocido mundialmente como Sebastián, nacido en el Estado norteño de Chihuahua, de donde el artista es originario. Las esculturas de Sebastián, de 50 años, se caracterizan por un lenguaje plástico basado en la combinación de figuras geométricas y abstractas y el profundo estudio de las matemáticas que lo apasionan.

El escultor ha expuesto obras de pequeño formato en ciudades de diversos países como Alemania, Argentina, Bélgica, Brasil, España, Egipto, Estados Unidos, Francia, Israel, Japón, Portugal, Suiza, Uruguay.

Sus esculturas urbanas monumentales se encuentran en ciudades como México, Monterrey y el Puerto de Cancún (México); Vancouver y Montreal (Canadá); Osaka, Tokio y Nagoya (Japón); Buenos Aires (Argentina), Sao Paulo (Brasil) y Santiago y Viña del Mar (Chile), entre otras.

El movimiento de estructuras, toneladas de metal, aplicación de múltiples galones de pintura, coordinación, inventiva, y tantas cosas más se requieren para producir una pieza de tal formato, sin dejar de mencionar la capacidad de raciocinio, creatividad y genialidad para crearla.