En la UJAT construyen modelo para prevenir y concientizar a mujeres indígenas que sufren violencia a causa del alcoholismo

Más de un tercio de la población de mujeres indígenas de Tabasco y Chiapas, están viviendo en un entorno de violencia de pareja a causa del alcoholismo, reveló la profesora e investigadora de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), Doctora Griselda Hernández Ramírez.

De manera conjunta con un cuerpo multidisciplinario enfocado en la línea de generación y aplicación del conocimiento en adicciones, la docente adscrita a la División Académica de Ciencias de la Salud (DACS), trabaja en el proyecto de investigación “Violencia de pareja, funcionalidad familiar y consumo de sustancias psicoactivas en mujeres indígenas de Tabasco y Chiapas”.

La especialista en Ciencias en Salud Pública con Énfasis en Epidemiología, dio a conocer que el objetivo de esta investigación es construir un modelo de regresión logística, a través del cual se analicen las variaciones de la violencia, tipos de frecuencia y severidad, tomando en cuenta características sociodemográficas de la población como edad, escolaridad, religión, ingreso económico y ocupación, entre otros.

En entrevista para el programa UJAT ConCiencia, destacó que el modelo se construye con el interés de prevenir, orientar y concientizar acerca de este problema de salud pública.

Al revelar cifras del INEGI, precisó que en Tabasco cerca del 40 por ciento de las mujeres casadas o en unión libre, a lo largo de su relación han sido objeto de violencia por parte de su pareja, siendo las mujeres jóvenes con un 32.6 por ciento quienes experimentan mayor violencia.

Por otro lado, indicó que en Chiapas el 53 por ciento de las mujeres han sufrido violencia extrema por parte de su pareja, de las cuales el 37.7 por ciento ha tenido que recibir atención médica o psicológica, hospitalizarse u operarse por el tipo de agresión, y el 27.6 por ciento ha sufrido cortadas, quemaduras, pérdida de dientes, fracturas, abortos, inmovilidad de alguna parte de su cuerpo y además una de cada cuatro ha sido objeto de agresiones sexuales.

Luego de precisar que la investigación se desarrolla con financiamiento del CONACYT, Hernández Ramírez, concluyó con un mensaje para alertar a los jóvenes sobre el consumo de sustancias nocivas, “el alcohol no es el mejor amigo para relajarse, para llevar un buen estado de salud o para establecer una buena relación de pareja, porque a la larga esto trae consecuencias negativas como los embarazos no deseados, el daño a nuestro propio cuerpo, nuestra propia salud y de alguna manera terminamos etiquetados por la sociedad”.